Beneficiarios BAR: El trabajo en red se hace fortaleza en Cabin 9
Cuatro mujeres de la barriada ubicada en la localidad de Pérez dejan de lado lo que las diferencia y hacen foco en construir redes de contención para quienes lo necesitan.
“Somos cuatro mujeres que trabajamos en el barrio, de distintas edades, de distintas ideologías y pensamientos, pero sin embargo, cuando nos juntamos para trabajar en equipo, priorizamos eso, el trabajo de equipo, olvidándonos de lo que cada una trae. Eso nos fortaleció para hacer lo que hacemos, y no bajar los brazos”, comenta Alejandra Vera del Centro Cultural Cabin 9 mientras camina las calles del barrio.
Cabin 9 se encuentra a pocos kilómetros de Rosario, precisamente en la localidad de Pérez. Allí Alejandra junto a Flavia Sosa del Comedor Pancitas Felices, María Gómez de la organización MyL y Alejandra Vázquez de Cruzando Vías son las referentes de instituciones que asisten a familias, jóvenes y adultos mayores del barrio. En una realidad compleja, estas mujeres trabajan diariamente para responder a las necesidades de sus vecinos.
El trabajo en red que realizan es una de las claves y el amor que ponen día a día es el diferencial.
PROTEGER LAS JUVENTUDES E INFANCIAS
“Cruzando Vías” comenzó su actividad en 2019 cuando, junto a las demás instituciones ya existentes, utilizaban la plaza como espacio común para reunir a los jóvenes que, fuera del horario escolar, estaban en la calle. Con el tiempo, una gran parte de ellos, comenzó a desarrollar un sentimiento de pertenencia con el grupo que las cuatro mujeres, desde el amor, habían creado.
“Unión y fortalecimiento, eso define a la organización. Cruzando Vías no es tan solo un comedor, es un lugar de encuentro, es un lugar donde queremos que los jóvenes tengan una oportunidad, que sepan que la tienen”, indica Alejandra Vázquez, referente de Cruzando Vías.
En 2020, el contexto de la pandemia por Covid-19 profundizó las complejidades del barrio e incrementó la violencia. Esto hizo más difícil la tarea de las mujeres pero ninguna bajó los brazos.
En este sentido Alejandra, referente del Centro Cultural Cabin 9, afirma que su trabajo es una elección de vida. Tanto ella como sus tres compañeras, intentan que, ante cualquier necesidad o problema, la gente del barrio se apoye en sus organizaciones, más allá de la entrega de un plato de comida. “Estamos a disposición siempre, con la palabra porque es lo que tenemos, no tenemos otra cosa, solo nuestro trabajo y manos para ayudar”, agrega Alejandra.
TRABAJO EN RED:
A pesar de las dificultades, estas mujeres encuentran la fortaleza para seguir adelante. Esa fuerza surge de la unión de sus voluntades, sus ideas y sus recursos que, nunca llegan a ser suficientes, porque la necesidad en el barrio se incrementa día a día. “A veces las situaciones te desbordan, y bueno uno tiene que decir que no, pero cuando hay que poner la palabra y la voz en alto, lo hacemos”, cuenta Alejandra Vera del Centro Cultural Cabin 9.
“Cada una pasamos historias de vidas terribles, entonces nos fortalecemos una a la otra, por eso también es la continuación, porque si se cae una, la otra la levanta”, nos dice Alejandra Vázquez, referente de “Cruzando Vías”. Hay una afirmación en común entre las cuatro mujeres: ninguna podría, sin el apoyo de la otra. Cada una de ellas lleva consigo una historia de vida difícil, un pasado de carencias y luchas, por eso a veces las palabras sobran, porque la empatía y la solidaridad son su lenguaje.
El nombre “Cruzando Vías” es una metáfora de la filosofía de vida y de trabajo de las vecinas y vecinos de Cabin 9, nos dice su referente Alejandra Vázquez, luego de contar una anécdota acerca de cómo un día, a través de una cadena de “mensajes S.O.S” consiguieron los kilos de arroz que faltaban para terminar de entregar las raciones de comida del día. Ese día hubo que cruzar las vías para encontrarse y dar solución a una problemática alimentaria.
Cuando los problemas abundan, encontrar personas como estas cuatro mujeres, deja ver una luz al final del camino. El trabajo en territorio que lleva adelante el Banco de Alimentos Rosario, permite entrar en contacto con las diversas realidades de los barrios que alojan a su población beneficiaria, promoviendo aún más la construcción de redes de personas e instituciones que sumen a enfrentar las diversas problemáticas actuales.